lunes, 29 de junio de 2009

el cuerpo del delito

al no tener bordes ni fronteras tangibles, el amor se asemeja a una energía impalpable con la potencialidad de teñir todo aquello que en su camino se cruce, sea un árbol o un gitano.
y al no tener orejas ni ojos el amor no discrimina un objeto de otro sino por el olfato, razón por la cual se dice que es ciego y que no escucha consejos.
esta particularidad acarrea una pequeña desventaja: los días de frío. el resfrío nubla el olfato e impide apuntar, complicando aún más los intentos de predictibilidad amorosa.

al ser hijo de Afrodita, el amor debería ser femenino, como todas las cosas hermosas, aunque por un tema de conveniencia semántica seguiremos utilizando el artículo masculino 'el' para referirnos a dicho milagro.

al carecer de toda fundamentación lógica y no necesitar de ninguna justificación formal el amor es el más dulce de los caprichos.

es al alma del arte, el esqueleto dentro del cuerpo de la risa, la pintura del arcoiris y veneno de la cobardía.

primo hermano del miedo, hijo de la belleza y adoptado por la locura.
solo sabe bailar y gritar. fuerte.

al vivir en Sarmiento y Obligado, el amor me queda solo a 20 minutos de distancia.

miércoles, 24 de junio de 2009

De tus manos

de la sangre y el vino,
en lugares rotos, sin destino.
ausentes.
latentes, excipientes.
rodeados por pequeñas criaturas,
seres.
de cuando éramos 2 en vez de 1,
y el corazón era un monstruo de papel y sangre.
desorientado.
alocado, atontado,
pero recuperable.
del costado herido
maltratado,
incendiado.
y los meses de frío sin piel alrededor.
sin luces de neón ni promesas del norte
sin encomiendas en camino
y con un destino flaco, empobrecido.
de tus manos en la oscuridad,
que conocen el camino
y hacia tu boca,
me guían.