domingo, 1 de marzo de 2009

el fin del mundo

cuando la rutina no sea excusa, sino consecuencia aparentemente inconexa que facilite la no acción. como un catalizador perfecto.
y que escondida detrás de un arbusto mal podado decida actuar solo por diversión.

cuando la soledad resuene en cada rincón de un salón vacío; como un eco con la cadencia de un latido de corazón cansado y herido. con cicatrices que lo hagan parecer un tortuoso mapa mundi.

y la sonrisa refleja escape del catálogo hacia una selva oscura y desconocida. escape sin motivos. escape porque siente, porque huela que algo se quema. escape porque la necesiten. y porque no sabe lo que deja atrás.

y que el llegar sea la meta; que la bienvenida sea el medio para convertir las sinapsis avinagradas en oro conductor de impulsos.
que se caigan el prejuicio, el juicio y el posjuicio de una sólida vez y arrastren consigo todos los cadáveres de asignaturas pendientes y problemas de autoestima no resueltos hacia una ventana con vista a un precipicio sin fondo, pero con peñascos donde descansar en la caída.
y puestos de venta de coca para refrescarse. y bolivianos vendiendo artesanías cerca del fin.

entre pingüinos de seda atolondrados que cargan letreros con signos ilegibles supuestamente dirigidos a nosotros, nerviosos y preocupados por la hora. que nos empujen, nos abrumen y no nos dejen razonar. que expriman cada centímetro de nuestra capacidad vital hasta llenar un frasco con un jugo verde de vetas rojas con voz propia que luche por salir. y nosotros quedemos convertidos en una gran pasa de uva gigante e inmóvil.
incapaces siquiera de desarrollar la rutina rechazada en el primer inciso de esto manifiesto.

cuando hayamos cerrado todas las puertas y quemado todos los puentes; hecho girones con todas las banderas y borrado con goma de borrar cada una de las fronteras entre la conducta socialmente aceptable y la libre.

cuando cada niño haya sido castrado y cada ángel torturado con hierros candentes.

cuando la casualidad deje de escribir el destino.

cuando llegue el fin del mundo.

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