martes, 19 de mayo de 2009

Gracias por el fuego

Y ya es Mayo, que viene siendo un mes de despedidas.
No sé como decirle, compañero, que siento un hondo vacío. Un desnudo y aterrador agujerito en el medio del alma. En el medio de las certezas, una duda que crece como un cáncer.
Debería admitir que no he sido su más fiel bastón, ni su más incondicional paraguas. Y me dan ganas de abrazarlo. Y de arrepentirme por no haber pasado más tiempo con usted.
He estado muy ocupado, enamorándome, esquivando charcos, demoliendo cementerios, temblando.
Pero debo decirle que cada vez que lo recuerdo me animo un poco más. Me animo en este, día gris e incierto de futuro carente de toda silueta, de toda referencia.
Y le digo todo esto para que sepa que cuenta conmigo.
Que me puede visitar cuando quiera. Solo siga las gotitas de sangre de éste, mi corazón roto.

Y como usted bien me enseñó, siempre es hora de algo. Esquivaremos juntos el olvido, como hemos esquivado juntos cientos de pozos en el suelo.

Buenas noches Mario, que descanse.

3 comentarios:

Mariel Ramírez Barrios dijo...

DIOS.
LLEGO
TE CONOZCO
Y ME VOY A LLORAR AL BAÑO.
-------------
EN ESTE CASO
ES UN BUEN COMIENZO
RACIAS A DIOS
TODAVÌA LLORO CUANDO ALGO BELLO SE HACE EN NOMBRE DEL ARTE

la-nata-contra-el-vidrio dijo...

Llegas al alma con esto que escribes, letras Stanley de un precoz, siempre bienvenido. Sigo el rastro de las gotitas de tu corazón para reencontarme con nuestro querido poeta muerto. Además ten en cuenta lo que escribió esta gran mujer que es Mariel, así como lo expresa, así es ella.
Un abrazo de xavier.

stanley dijo...

muchas gracias a ambos por los comentarios.
no supe agradecerle de otra manera. espero él sepa disculpar las falencias de mi construcción sintáctica.