jueves, 27 de marzo de 2008

El recorrido

señoras y señores japoneses, sean todos bienvenidos.
comencemos con el tour...

entrando a la derecha podrán observar mi conciencia: es pequeña pero voraz, y está permanentemente arrepentida. la compré en bombay, en un puesto de canastos. decían q había pertenecido a hemingway...
en la próxima puerta, del lado de la fuente, verán a mi autoestima. no suele tener esa barba de 1 mes. ahora está un poco decaída, eso es todo. suele ser bastante simpática pero no últimamente.
siguiendo y pegando la vuelta en ese corredor está mi cordura. hay que mirarla con lupa ya q es muy pequeña. las lupas las pueden adquirir por solamente 5 centavos en el puesto de la entrada. créanme, vale la pena. es muy colorida, aunque no tiene buen humor…
sigamos. por aquí, en algún lado, debería estar mi vergüenza... siempre se anda escondiendo. bueno, ya aparecerá.
subiendo estas escaleras, cuidado con ese escalón, y al costado de aquella armadura del siglo XV, enredado entre telarañas polvorientas y un carozo de aceituna encontraremos a mi talento. es un personaje bastante peculiar mi talento. siempre se cree más grande de lo que resulta ser y cuando se da cuenta se decepciona. y como además sufre de amnesia a corto plazo no aprende de sus errores. es por eso que vive deprimido. acaba de cambiar de terapeuta. antes iba con un irlandés que no creía en el psicoanálisis así que en cada sesión lo hacía masticar hojas de libros de Freud. esperamos recuperarlo pronto.

continuemos.

debajo de ese tapiz persa está mi vanidad. mujer coqueta y hermosa que suele deambular desnuda por la casa cuando no hay gente. ahora duerme porque tuvo un fin de semana agitado. nos conocimos hace 7 años en un desfile. desde entonces somos como uno.
mi sensibilidad se encuentra en el salón principal, que queda dos puertas más hacia el fondo. ahí habita con Alicia y el conejo que corre. los tres se la pasan tomando el té y llorando por cualquier cosa. nuestro presupuesto de pañuelos descartables es gigantesco. ah, olvidé decirles, mi sensibilidad es enorme y se la pasa aplastando cosas.
mi intelecto duerme casi todo el día y por las noches suele ir a visitar a alicia, el conejo y la sensibilidad. vive en una habitación aparte con mi entusiasmo. no se llevan muy bien. por eso el intelecto cada vez que puede se escapa y se va para la habitación principal.
ahora anda rengueando de la última vez que mi sensibilidad lo aplastó.
mi entusiasmo está enfermo. no hay vacuna que le venga bien y ningún remedio le hace efecto. creo que tiene mal de amores y eso se cura solamente con plasticina rosada entre las pestañas y té de castor.
mi responsabilidad usa lentes gruesos. muy gruesos. aficionada al aeromodelismo y a las ecuaciones de 5to grado, vive encerrada en el altillo y solo sale cuando la luna está menguando. cuando la conocí repartía panfletos reaccionarios en la puerta de la iglesia matriz y quería ser cantante. nunca pudo afinar una nota. la conocí a los 5 años.
mi memoria es extremadamente amable y cordial con todos. es madre soltera de miles y miles de pequeños recuerdos que viven correteando por el pasillo del ala occidental de la casa. cocina unos buñuelos increíbles...

acompañenme ahora al jardín. en ese banco, está el amor. siempre vestido de traje y con sombrero de copa, así, como lo ven. con monóculo y todo. él espera. siempre sentado en ese banco esperando. mira el reloj de bolsillo con impaciencia y espera. así llueva, truene o nieve, él espera. dicen que en verdad no es el amor, sino mi locura disfrazada… habladurías.
mi locura vive en un pozo de 57 metros de profundidad en el fondo del jardín sur.
allí fue encadenada hace un tiempo por mi responsabilidad y mi cordura, celosas de su talento y de como contagiaba a todo el resto de los habitantes de la casa. lo que ellas no sabían, es que mi locura era hija de mi inteligencia y sobrina de mi astucia y suele escaparse todas las noches, a veces ayudada por el alcohol. corren junto al amor alrededor de su banco y dibujan sueños entre árboles con crayones de colores: el alcohol, la locura y el amor. al amanecer, la locura se vuelve al pozo y el alcohol se evapora. el amor queda solo sentado en su banco, esperando que la locura lo estimule nuevamente al caer el sol.

señoras, señores, espero hayan disfrutado de este paseo.
no dejen de recomendarnos a sus amigos.
la tienda de regalos está abierta.
pasen y compren.
muchas gracias y espero hayan disfrutado su estadía con nosotros.

hasta la próxima.


4 comentarios:

f l º dijo...

*
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se ve que tu intelecto pasó a visitar a la sensibilidad por el salón principal y hablaron. Hablaron bien. Se entendieron. Abrieron un vino y decidieron ir a desenpolvar al talento, que esperaba sólo, aislado, aunque muerto de ganas de ir a charlar con el resto.
Después hicieron un pijama party, y jugaron al Twister.
Guarda con jugar al Twister entre adultos.

Qué lindo Stanley. De verdad.
Me hiciste acordar a la frase de Cervantes que dice algo así como que la pluma es la lengua de la mente.
Si nos ceñimos a ese pensamiento, y nos ponemos en tecitura inductivista te digo: tenés una mente muy linda.

orbuá.

LittlEArtisT dijo...

Que linda esa casa... aunque la locura no debería estar tan abajo, debería compartir habitación con la cordura. De la tienda no compraría nada, ya me regalaste recuerdos de tu memoria.
Besote

chicle dijo...

Estuve ahí.
Si sale la película ni en pedo va a ser tan perfecta como lo que yo imaginé.

Me encantó.

besito!

Sweet carolain dijo...

Me encantó el tour, mucha locura suelta y linda. saludos carolain.