jueves, 27 de diciembre de 2007

La desintegración del ser

dejé el periódico sobre la mesa y me recosté hacia atrás.
sentado en un inmenso sillón de terciopelo dorado, miraba a mi alrededor casi perdido entre obras de arte (así les llamaba él...) pretenciosas y redundantes que giraban entorno a la figura fálica masculina, mientras esperaba que me trajera el bailey's con hielo que me había ofrecido una hora atrás. cuando volvió su cara estaba pálida y su mirada perdida. casi no emitió palabra y me arrimó el vaso.
prendí la tele. estaban pasando un documental sobre kubrick en canal 10. le miré a los ojos nuevamente y le pregunté si le pasaba algo.
no respondió. mechones de pelo se desprendían de su cabeza y caían como en cámara lenta.
ahora estaba más pálido y con la piel reseca. medía 5 cm menos que cuando entré en su apartamento. eso o todo, incluso yo, se había agrandado 5 cm. vaya uno a saber...
la ultraviolencia de alex y su grupo de drugs atrapó mi atención de nuevo. sentí un crujido. él se empezaba a desintegrar. pequeños montículos de polvillo negruzco se acumulaban a ambos lados del sillón en que se encontraba sentado. sus dedos se comenzaban a desdibujar. sus ojos intentaban darse a la fuga y su ya calva cabeza mostraba una coloración grisácea.
me levanté para ir al baño mientras jack nicholson hablaba de 'el resplandor'. tiré la cadena, abrí la puerta y lo ví cayéndose a pedazos. ya iba por la mitad y mediría solo 1 metro, con suerte. esquivé un ojo que había en el piso y me senté de vuelta.
'barry lyndon' tiene una iluminación hermosa pensé mientras le daba el último sorbo a un licor demasiado aguado.

pum!, brazo derecho al piso y pequeño humito que salía de él.
pum!, brazo izquierdo al piso. pierna izquierda, pierna derecha. el torso se dividió en dos y cayó un pedazo para cada lado. el piso de madera comenzaba a chamuscarse y sus restos despedían un olor poco conveniente. fui hasta el baño y tomé el desodorante de ambiente y lo eché por toda la sala.
iba quedando solo su cabeza, con un ojo desprendido que rodaba por ahí y el otro a medio salir.

full metal jacket, eyes wide shut. solo había polvo debajo de la mesa. el gato apareció y empezó a jugar con el ojo suelto. el cráneo ya solo se reducía a un pequeño vestigio óseo. el viento que entraba por la ventana de la cocina se encargó de desparramarlo.
terminó el documental. lindo.
me levanté y fui a la cocina de donde tomé una escoba. barrí un poco todo ese desastre y coloqué los restos de polvillo en la estufa. le dí de comer a Trufas, agarré mis llaves y apagué la luz.

cuando llegué a casa me dí cuenta de que había olvidado mi sombrero.

1 comentario:

conejoxxx dijo...

Esto está muy bueno, che.